Semielfo
Los semielfos son la raza de herencia mixta más prominente y se les puede encontrar a través de todo Faerûn, perp pocas tierras hay que puedan llamar suyas. Se sienten como en casa tanto en los bulliciosos imperios humanos como en los retiros secretos de los elfos, permaneciendo entre la cultura humana y la elfica pero sin pertenecer nunca a ninguna. Son una raza bella y apacible que sobrelleva los desafíos de su herencia mixta con gracia y discreción.
Un semielfo es considerado adulto a los 20 años, de mediana edad a los 62, viejo a los 93, y venerable a los 125. Pueden llegar a vivir hasta 185 años.
Nota: Un semielfo es descendiente de un elfo lunar, solar, del bosque o salvaje. El resto de subrazas élficas no poseen semielfos jugables en nuestro servidor.


Características:
♦ Idiomas automáticos:: Élfico y Khondazano.
♦ Aptitudes especiales: Inmunidad a Dormir, Fortaleza contra encantamientos, Afinidad parcial con una habilidad (Escuchar), Afinidad parcial con una habilidad (Buscar), Afinidad parcial con una habilidad (Avistar), Visión en la penumbra, +2 reunir información y +2 diplomacia.
♦ Zona de inicio: Llanos exteriores de Athkatla.
♦ Cómo selecciono esta raza/subraza: Los semielfos son los semielfos estándar del juego. Basta con dejar vacío el apartado de subraza para ser considerado como un semielfo de estas características.

Cómo son los semielfos
Hay tres grandes subrazas de semielfos en Faerûn: los semielfos comunes, los semidrow, y los semielelfos acuáticos. Los semielfos comunes son aquellos cuyos padres elfos provienen de los elfos lunares, solares, salvajes o de los bosques. Cuando alguien habla de un semielfo, casi siempre se refiere a un semielfo de esta descendencia. Los semidrow tienen sangre drow en las venas, y son extremadamente raros excepto en las tierras más meridionales de Faerûn. Finalmente, los semielfos acuáticos pueden ser encontrados en un número pequeño a lo largo de todas las costas de Faerûn, presos entre su herencia humana y su herencia de los elfos acuáticos.
No existen verdaderos reinos de semielfos en Faerûn, pero los semielfos son más numerosos en algunas zonas que en otras. En el Este inaccesible, en el bosque Yuir de la lejana Aglarond, una cultura de semielfos comunes descendientes de los elfos silvanos y los habitantes humanos damaranos prospera bajo las verdes ramas del bosque. En el sur, en la aislada Dambrath, los semidrow (o “crinti”, en dambrathano) gobiernan sobre sus vecinos humanos. Los semielfos son también habituales en los lugares donde los humanos y los elfos han coexistido pacíficamente, como el domino de Lunargéntea en el norte o en las Tierras de los Valles en el centro de Faerûn.
Los semielfos tienen al menos un padre o abuelo elfo o dos padres semielfos. Por decirlo de otro modo, el hijo de un semielfo y un humano será humano, a menos que el padre semielfo fuese hijo de un elfo. A menos que una línea semielfo tenga hijos con otra familia elfa o semielfa, sus características élficas desaparecerán en una o dos generaciones.
Descripción física: Los semielfos son descendientes de humanos y elfos lunares, solares, de los bosques o salvajes. Los semielfos combinan los rasgos humanos y élficos, influidos por la subraza de su progenitor elfo y la etnia de su progenitor humano. Los semielfos lunares tienen la piel pálida con matices azulados alrededor de las orejas y la barbilla, enmarcando sus rostros. Los semielfos solares son de piel bronceada y pelo dorado. Los semielfos de los bosques poseen una piel broncínea matizada con brillos verdosos, y los semielfos salvajes tienen la piel marrón.
La mayoría de los semielfos son un poco distantes, acostumbrados a ser vistos como forasteros donde sea que vayan. Los semielfos son más delgados que los humanos y más robustos que los elfos. Debido a que los elfos de Faerûn son más altos y más robustos que los elfos de otros mundos, los semielfos faerunios son muy parecidos a los humanos en peso y estatura. Las mujeres miden entre 1.40 a 1.85, y los varones entre 1.52 a 1.98.
Historia de los semielfos:Los semielfos tienen poca historia racial. Siendo tan escasos en número y estando tan diseminados por todo Faerûn, apenas pueden hacer notar su presencia. Las culturas verdaderamente semielfas sólo han surgido en un puñado de lugares y épocas. Los humanos y los elfos han compartido Faerûn durante miles de años, y raros individuos de descendencia humana y elfa han estado por aquí desde los tiempos de las Guerras de la corona o antes. Sin embargo, durante la última docena de siglos, con el declive de los antiguos grandes reinos élficos y el auge de los imperios humanos, es cuando ha sido posible que las dos razas se unan en gran número.
Los antiguos reinos élficos de Illefarn y Cormanthor protegieron a un gran número de semielfos en sus días finales, ya que ambos incorporaron las tierras humanas en auge bajo el coronal élfico en los siglos posteriores al alzamiento de la Roca del Pacto en los Valles. La caída de Myth Drannor en el 714 CV trajo el final del primero de esos reinos mixtos, pero para esa fecha Lunargéntea ya se había erigido como la segunda Myth Drannor en el Norte. En Aglarond, el asentamiento de humanos en el bosque Yuir, en los siglos VIII y IX condujeron al auge de un pueblo semielfo que todavía hoy prospera. Aunque los mercaderes humanos de las ciudades costeras de Aglarond y los astutos exploradores de las escondidas profundidades de los bosques no se llevan bien, Aglarond es el mejor ejemplo de un reino semielfo en el Faerûn actual.
Por otro lado, Dambrath presenta un ejemplo completamente diferente. Hace 700 años, el reino humano de Dambrath fue conquistado por los drow de una poderosa ciudad. Aquellos que pueden trazar su ascendencia hasta las grandes familias drow que gobernaban como señores sobre sus siervos humanos gobiernan su tierra natal como orgullosos señores. Dónde la sangre semielfa es un signo de armonía racial (o al menos comercio) en otras tierras, al menos en Dambrath, es el legado de la conquista y de la opresión. Los semielfos comunes son descendientes de humanos y elfos lunares, solares, silvanos o salvajes. Aunque estas gentes se pueden encontrar por todo Faerûn. La mayoría de los semielfos comunes son un poco distantes, utilizados para representar el papel de forasteros. En el bosque de Yuir no es así los semielfos son mayoría y tienen una larga y orgullosa historia. Muchos semielfos acuden al bosque de Yuir cuando son lo suficientemente mayores como para abandonar su hogar. Al menos allí tienen un lugar donde pueden ser aceptados.
Historia de los semielfos de Yuir: El bosque Yuir, el hogar de miles de semielfos, está situado en Aglarond, en el Este inaccesible. El bosque Yuir estuvo una vez poblado por un gran número de elfos silvanos. Sin embargo, en el 756 CV los humanos llegaron a la zona y comenzaron a asentarse. Al principio, las dos culturas chocaron, pero finalmente se unieron para enfrentarse a la amenaza común de los monstruos que vivían en los bosques. Las dos razas que vivían en Yuir se fueron mezclando durante siglos, formando finalmente una verdadera cultura semielfa. En el 1065 CV, los semielfos del bosque Yuir hicieron las paces con los humanos que vivían a lo largo de la costa entre sus tierras y el mar de las Estrellas fugaces, y así nació la nación de Aglarond.
Aquellos humanos que rehusaron hacer las paces se dirigieron a la punta occidental de la península de Aglarond, y formaron su propio país, Altumbel. Aglarond estuvo gobernada por monarcas semielfos durante generaciones. Hace unos 50 años, la línea dinástica se extinguió, pasando la última reina el trono a su aprendiz, la Simbul, una humana. Bajo su gobierno, el pueblo de Aglarond resistió la agresión thayina y, gracias a la robusta defensa de sus tierras, forzaron a sus poderosos vecinos a abandonar (al menos temporalmente) sus sueños de expandirse hasta el mar de las Estrellas fugaces. El bosque Yuir es único entre los bosques debido a que es impenetrable a la magia de detección y escudriñamiento. Esto ha sido una gran ventaja para la Simbul y su pueblo, ya que hace imposible para las fuerzas hostiles vigilar los movimientos de gentes y tropas dentro del bosque, que cubre casi todo Aglarond. El Pie de Relkath es el asentamiento más grande de semielfos en Yuir (y en realidad, en todo Faerûn). Es el hogar de 5.080 personas, la mayoría de ellas semielfos.
Perspectiva: Aunque los elfos y semielfos son admirados y respetados en muchos lugares de Faerûn, los humanos de las tierras donde los elfos no son tan comunes pueden estar resentidos hacia la sangre élfica. Los elfos son gráciles, atractivos, longevos, misteriosos y hábiles con la magia poderosa, y los humanos que no los conocen bien pueden tratar a los elfos (y por extensión a los semielfos) con temor y envidia.
En lugares como Lunargéntea y los Valles, la raza semielfa no es algo extraordinario, por lo que no existe una intolerancia hacia ellos. En lugares donde ha tenido lugar un largo conflicto entre elfos y humanos, como Tethyr y Sembia, la sangre élfica marca a los semielfos como personas diferentes y peligrosas, con todo el temor y la sospecha que uno pueda esperar.
Muchos semielfos responden a las sospechas y desaires de sus vecinos humanos manteniéndose apartados de la civilización humana, prefiriendo vivir una vida solitaria en las tierras salvajes de Faerûn. Otros prefieren llevar una vida itinerante, sin llegar a estar demasiado tiempo en el mismo sitio para no suscitar prejuicios raciales y alejarse de la gente que les rodea. Aglarond es única en Faerûn, ya que es una sociedad mixta de elfos sivanos, humanos y semielfos. En Aglarond, un semielfo es algo normal y es juzgado por sus propias acciones, no por sus progenitores. Los semielfos de Aglarond son gente callada, atenta y cortés, lentos en trabar amistad con los extraños, pero siempre leales a los amigos que hacen. Muchos semielfos de otras tierras viajan al menos una vez en su vida hasta Aglarond, y muchos de ellos se quedan allí, enriqueciendo el reino de la Simbul.
Deidades: Los semielfos comunes de Faerûn suelen adorar a deidades del panteón Faerûnio y élfico. Muchos prefieren a Sune por el amor que unió a sus padres. Otros adoran a deidades tales como Chauntea, Selûne, el panteón élfico, e inclusive a Eilistraee.