La Mano firme, el Dios Manco, el Dios Justo
Deidad mayor
Símbolo: Balanza equilibrada descansando sobre un martillo de guerra.
Plano natal: Casa de la tríada.
Alineamiento: Legal Bueno.
Ámbito: Justicia
Adoradores: Paladines, jueces, magistrados, abogados, policía, los oprimidos.
Alineamiento de los clérigos: LB, LN, NB.
Dominios: Bien, Saber, Guerra, Ley.
Arma predilecta: “Justiciera” (espada larga).
Colores eclesiásticos: Azul, morado y blanco.
Antes de que se celebre cualquier juicio en las tierras civilizadas, los magistrados de buen corazón susurran plegarias a Tyr la Mano firme, pidiéndole que guíe sus juicios con templanza y decisión. Tyr es una utópica deidad intrusa que llegó hace mucho tiempo a Toril desde un cosmos diferente, y que se ve a sí mismo como una figura paternal que trabaja para crear una sociedad perfecta entre las gentes de Faerûn, a las cuales ve como sus díscolos hijos. El dolor de saber que los mortales a su cargo no tienen la esperanza de iniciar y proteger una existencia sin fallos, completamente justa y ordenada, tiñe la Filosofía de Tyr con una subyacente tristeza resignada.
La iconografía religiosa representa a Tyr como un anciano guerrero de una sola mano, a veces con un vendaje ensangrentado cubriendo sus ojos heridos. El llamado dios manco perdió su mano derecha en una batalla con la voraz entidad conocida como Kezef, el Sabueso del caos. La ceguera de Tyr viene de la era de los Trastornos, cuando el propio Ao veló sus ojos por no lograr percatarse del robo de las Tablas del destino y por permitir la discordia entre los dioses de Toril. Los adoradores han alegorizado las heridas de Tyr como emblemáticas de la ceguera de la justicia y del precio que los realmente justos deben soportar en el camino de la defensa honorable y firme de la ley. Las sectas tyrranas especialmente radicales defienden la automutilación entre sus seguidores, una práctica condenada por la inmensa mayoría de los fieles, quienes de un modo igualmente ritual se ponen gasas cubriendo sus ojos y guantes de un color que resalte en su mano derecha para honrar al ciego Señor Supremo.
Los plebeyos ven a Tyr y a sus clérigos como rígidos árbitros de la justicia, a veces olvidando el matiz filosófico paternal de la doctrina tyrrana ante sus más evidentes enseñanzas de blanco o negro en lo que a la naturaleza de la moralidad se refiere. Tienden a ver a Tyr como una especie de constante divina: saben que Tyr espera de sus seguidores imparcialidad, buen juicio y amabilidad hacia el inocente, y por lo tanto conceden a los clérigos de Tyr una gran confianza. Los clérigos de Tyr rezan para sus conjuros al amanecer. Además de numerosas festividades menores, el clero de Tyr sigue un estricto régimen de rituales mensuales.
El primer día de cada mes los tyrranos celebran la Justicia vidente, en la cual plegarias especiales cantadas producen la aparición de un martillo de guerra de un blanco cálido que brilla con calor y luz. El día decimotercero trae la celebración de la Mutilación, en la cual la congregación canta himnos poderosos y retumbantes mientras una mano enguantada ilusoria rodeada . por una aureola de sangre ardiente aparece sobre ellos. Un ritual similar llamado la Ceguera, que tiene lugar el día vigésimo segundo de cada mes, implica la imagen de unos ojos llorosos en llamas. Los clérigos de Tyr a veces se hacen multiclase como paladines.
DOGMA
Revela la verdad, castiga al culpable, deshaz los entuertos y se siempre acertado y justo en tus acciones. Respeta la ley allá donde vayas y castiga a los que hacen el mal al abrigo de ella. Guarda un registro de tus propios veredictos, escrituras y decisiones en tu Libro de Juicios, pues a través de el podrás corregir tus errores, florecerá tu comprensión de las leyes de todas las tierras y se ampliara tu capacidad para reconocer a quienes las infrinjan. Permanece alerta en tu vigilancia y previsiones, de modo que puedas detectar a quienes planeen cometer injusticias antes de que sus acciones supongan una amenaza para la ley y el orden. Véngate de los culpables en nombre de quienes no pueden hacerlo por si mismos.
CLERO Y TEMPLOS
La fe tyrrana resulta atractiva a aquellos que buscan llevar el orden al desorden, castigar a los perversos y asegurar quela civilización prospere mediante un cuidadoso y adecuado sistema de justicia. La suya es una doctrina de justicia mediante la fuerza benevolente y la vigilancia armada. Una filosofía que hace la fe atractiva para los paladines y guerreros legales. No obstante, la mayoría de las seguidores no luchan en el campo, buscando en su lugar batallas importantes en las cortes como burócratas, jueces, alguaciles y mercaderes. Los tyrranos tienden a ver todos los, hechos en términos morales claramente definidos, prefiriendo ver el mundo ordenado por leyes justas que proporcionen el mayor beneficio a todos. Tienden a ser intolerantes, a veces incluso violentos, y raramente toleran la burla, la parodia o el poner en cuestión su fe.
Los clérigos de tyr llevan la ley a las tierra sin ella, a veces sirviendo como juez, jurado y ejecutor. Sin no hay un código legal civilizado en el que basar sus juicios con frecuencia se atienda a una doctrina equivalente a grandes rasgos al "ojo por ojo, diente por diente". No obstante, los tyrranos prefieren, si se equivocan, hacerlo a favor de la clemencia, y con frecuencia conmutan sentencias inicialmente duras en los casos en los que el ofensor era ignorante de cualquier mal causado. Estos criminales normalmente encuentran sus nombres inscritos el Libro de juicios del clérigo, que es compartido con los templos más próximos para prevenir que los perpetradores repitan la ofensa y se lo tomen a la ligera. Los clérigos poderosos con frecuencia emplean el conjuro de marca de la justicia para añadir una coacción mágica a sus severas charlas a los criminales convictos.
En las tierras civilizadas, los tyrranos (inevitablemente llamados "tiranos" por su legión de detractores) tienden a convertirse en expertos legales, aconsejando a gobernantes, jueces o poderosos comerciantes en las complejidades de la ley, y argumentando casos ante a los magistrados. Ven esto último como caridad, donando sus (a veces generosas) "tarifas por discurso" a la iglesia.
Sin importar donde se encuentren los tyrranos nunca apoyan una ley que puede ser vista como injusta (lo cual es definido por la iglesia como aquella que no está de acuerdo con los principios y definiciones determinadas por las otras leyes de la doctrina legal de la cual es parte). Esto a veces obliga a los tyrranos a defender leyes muy injustas que son, a pesar de ello, legítimas. En estos casos los tyrranos intentan cambiar las leyes trabajando dentro del sistema. Aquellos que rompen incluso las leyes injustas como una forma de desafío o disensión política siguen siendo culpables desde su punto de vista, y merecen ser castigados hasta lo máximo que la ley permita. En algunos casos los tyrranos actúan como ejecutores de la venganza de aquellos que han sido tratados injustamente y que no pueden permitirse defenderse por sí mismos o ya no están allí para hacerlo. En estos casos, cuando la ley está tan descompuesta que ha perdido su significado, los clérigos de Tyr actúan abiertamente para enfrentarse al mal o a fuerzas corruptas, llegando a afrontar el martirio si se hace necesario.
La bien conectada y altamente organizada iglesia de Tyr patrocina un extenso sistema de templos fortificados a lo largo de Faerûn. Cada uno suscribe un estricto sistema de reglas internas conocido como los Edictos innumerables, que parecen crecer de un modo más pedante y más oneroso con cada año que pasa. Actualmente en expansión, la Fortaleza de los fieles en Tethyr (al sur de Zazesspur) tiene la posición de mayor influencia en la iglesia, ya que muchos fieles acudieron a ella durante la reciente guerra civil de la zona, y han permanecido para asegurar la estabilidad de la región. La inmensa Casa de la mano de Tyr en Thesk representa una secta de la iglesia más tradicionalista y sobria, que da cobijo a los Caballeros justos (clérigos, guerreros y paladines que han honrado al Dios manco en incontables batallas contra sus agresivos vecinos de Thay). Los templos de Tyr ofrecen alojamiento, monturas descansadas, curación, auxilio con conjuros, armas, equipo y consejo divino, así como la confesión para los pecados, la cual tiene un importante papel de absolución en la fe.
Ordenes Afiliadas: Estas son las órdenes más conocidas en Faerûn que están afiliadas al clero del Dios Justo. Un paladín no está obligado a haber pertenecido a esta, pero puede haberlo hecho en su trasfondo.
Los paladines del dios justo son combatientes de primera línea en la batalla contra el mal y la falsedad, y a menudo lideran grupos militares o de aventureros para impulsar su causa.
Caballeros del Juicio Sagrado (Paladines, AL LB) Esta orden pone su foco en los aspectos más legales de la filosofía de Tyr, y caza y castiga a los criminales y quebrantadores de la ley, particularmente a diablos (quienes son vistos como aberrantes perversiones de una sociedad legal).
Caballeros de la Espada Compasiva (Paladines, AL LB) Esta orden pone su foco en mantener el bien en el mundo de la forma en cómo lo define Tyr, y destruye a todo tipo de monstruos malignos, particularmente demonios.