Bahamut


El Rey Dragón, El dragón de platino, El rey dragón, Rey de los dragones buenos, Amo del viento del Norte, Marduk (en Unther)

Deidad menor Faerûnia y Dracónica

Símbolo: Una estrella sobre una nebulosa de constelaciones
Plano natal: La Dragonera
Alineamiento: Legal bueno
Ámbito: Dragones buenos, Viento, Sabiduría
Adoradores: Dragones buenos, semidragones, paladines, cualquiera buscando protección contra los dragones malignos
Alineamiento de los clérigos: LB, NB
Dominios: Aire, Bien, Suerte, Protección, Ley
Arma predilecta: Pico pesado (Mordisco)
Colores eclesiásticos: Azul y plateado

HISTORIA/RELACIONES

Bahamut es adorado en muchos lugares, aunque todos los dragones buenos rinden homenaje a este, los dragones dorados, argénteos y de oropel lo tienen especialmente en muy alta consideración. Los demás dragones, incluso los malignos (excepto tal vez su archirrival Tiamat), respetan a Bahamut por su sabiduría y poder.
En su forma natural, Bahamut es un dragón grande y sinuoso, cubierto de escamas blancuzo plateadas que brillan y centellean incluso bajo la luz más tenue. Los ojos felinos de Bahamut son de un azul profundo, como un cielo despejado a mediados de verano dicen algunos. Otros insisten en que los ojos de Bahamut son de de un índigo gélido, como el corazón de un glaciar. Quizás las dos descripciones reflejan el humor cambiante del Dragón de platino.

En los Reinos Olvidados:

Nota: La era de los dragones es un período muy antiguo de la historia, anterior inclusive a la llegada de elfos y enanos a Faerûn, y solo se menciona aquí con el fin de contextualizar.

Era de los Dragones: En la Era de los Dragones, mucho más allá del año -30.000 CV, los primeros dragones y sus clanes gobernando enormes territorios, enfrentándose con sus rivales por el control de la tierra, los mares y los cielos. Los dragones de esta época eran devotos seguidores del panteón dracónico, y muchas de las guerras libradas en esta época se lucharon por motivos religiosos.

Sin embargo, con el tiempo, el fervor religioso fue en declive, esto debido a que los dragones filósofos de diferentes fes llegaron a la conclusión de que las deidades dracónicas no eran guardianes y protectores de su raza, esto debido a que permitieron a su estirpe enfrentarse en conflictos genocidas en sus nombres. La guerra dracónica que jamás menguó en su conflicto fue la llamada Guerra de la Caída de los Dragones, la cual tenía en contra a los seguidores de Bahamut y la progenie de Tiamat, y su conflicto se ha mantenido incluso hasta nuestros días.

Guerra de la Caída de los Dragones: A pesar de que la Era de los Dragones ha sido olvidada hace mucho, incluso entre las grandes sierpes, el conflicto entre Tiamat y Bahamut ha continuado, volviéndose más o menos intenso a través del tiempo, gradualmente sometiendo a otras razas y culturas a esta batalla.

La última era de conflicto entre el Dragón de platino y la Dragona cromática se originó en el año -2087 al -1071 CV, durante el primer milenio del imperio Untherico. El culto de Tiamat fue traído al panteón Faerunio (al menos entre humanos), por los Mulan. El culto de Enlil (Deidad Untherica) predicaba que Tiamat era la Enemiga de los Dioses, y fue siempre culpada por los dioses reyes por cualquier problema que experimentara Unther mientras la nación se elevaba a la grandeza, para luego decaer lentamente a través de los siglos. Durante esta época Tiamat se enfrentó a un alias Untherico de Bahamut, conocido como Marduk el Justiciero, una y otra vez, sin embargo, ninguna de las dos sierpes pudo prevaler sobre la otra en su eterna batalla.

En el año -1071 CV, el panteón Untherico se enfrentó en una guerra contra las deidades del panteón orco en un evento cataclísmico que vio la muerte de muchos dioses. Durante la batalla final de los dioses, Tiamat atacó por sorpresa a Gilgeam (Deidad Untherica) mientras este se enfrentaba a Ilneval. El siempre presente Marduk intervino, matando a Tiamat antes de que pudiera darle el golpe final a Gilgeam, pero al costo de su propia vida.

Al finalizar la guerra de los dioses, el Dragon de Platino perdió su cargo divino, volviéndose un parangon celestial y retirándose desde Zigguraxus a Celestia, sufriendo un destino similar la Dragona Cromatica. Como consecuencia de la destrucción de casi todo el panteón Untherico, la iglesia de Marduk desapareció por completo, y su nombre a día de hoy solo se recuerda como uno de los antiguos de Unther, sin embargo, el culto a Tiamat sobrevivió.

Era de los Trastornos: Fue durante la caída de los dioses en la era de los trastornos, muchos siglos después, donde Bahamut volvió a toril en forma de avatar por primera vez desde la muerte de Marduk. Durante su residencia en el plano material, el Dragon de Platino conoció una vez más de los planes de Tiamat, lo que presagió una nueva etapa en la guerra de la caída de los dragones.

Ascenso del Rey Dragón: En el año de la Serpiente (1359 CV), el rey Gareth Dragonsbane, el futuro rey de Damara, así como sus compañeros de aventura volvieron de una expedición en el abismo, habiendo robado la Vara de Orcus, destruyéndola en el proceso en la sangre de un avatar de Tiamat (y frenando así sus planes una vez más), y volviendo a Damara con la bendición de Bahamut. Gareth trajo consigo el árbol de la gema, el cual, al ser plantado, representaría un pacto de Bahamut de defender Damara de la influencia de demonios siempre y cuando el Reino de Damara se aliara con las fuerzas del bien. Al hacer esto, Gareth trajo a Damara por fin una medida de paz y libertad de la intervención demoníaca que el resto de las tierras demoníacas nunca habían experimentado antes.

Como Bahamut había esperado, al ser plantado del Árbol de la gema trajo renovados intereses en sus enseñanzas entre las razas no-dracónicas. En los años venideros, muchos mortales de alineamiento benigno a través de Faerûn escucharon el Llamado de Bahamut, y muchos se pusieron al servicio del Dragón de Platino. Las elites se volvieron Caballeros de Platino, o Vasallos de Bahamut. Algunos de estos llamados por Bahamut eligieron someterse al ritual del renacimiento, transformándose en una raza hace mucho tiempo, conocida como los Dracónidos.

Mientras la cantidad de sus adoradores crecían, Bahamut obtuvo más poder divino, asumiendo el rango de deidad menor una vez más y retornando a la dragonera, al igual que su hermana Tiamat.

DOGMA

Bahamut es muy riguroso y desaprueba hondamente la maldad. No tolera excusa alguna acerca de actos malignos. Aparte de eso, figura entre los seres más compasivos del multiverso. Tiene empatía sin límite oprimidos, los desposeídos, y los desvalidos. Incita a sus seguidores a fomentar la causa del bien, pero prefiere dejar que los seres libren sus propias batallas cuando pueden hacerlo. Para Bahamut, es mejor ofrecer información, curación, o refugio seguro (temporal) más que llevar sobre sus hombros las cargas de los demás. Bahamut es atendido por siete grandes sierpes doradas que a menudo le acompañan a él o a uno de sus avatares.

CLERO Y TEMPLOS

Cleros y Templos: Bahamut tiene pocos clérigos y menos templos aún. Acepta solamente clérigos buenos. Los clérigos de Bahamut, ya sean dragones, semidragones, u otros seres atraídos por la filosofía de Bahamut, se esfuerzan por realizar acciones constantes, pero sutiles en nombre del bien, interviniendo cuando se les necesita pero procurando hacer tan poco daño en el proceso como les sea posible. Muchos dragones dorados, argénteos o de oropel mantienen capillas sencillas a Bahamut en sus guaridas, habitualmente nada mucho más detallado que el símbolo de Bahamut inscrito en una pared.

El principal enemigo de Bahamut es su hermana Tiamat, y su enemistad se refleja en sus adoradores. Sus aliados incluyen a Moradin, Torm, Tyr, Ilmater, Yondalla, y otras deidades legales buenas.