Hallador Puadeldraco
Semideidad
Símbolo: Arpa blanca en círculo marrón.
Plano natal: Puertas de la Luna.
Alineamiento: Caótico Neutral.
Ámbito: Ciclo de la vida, transformación del arte, sauriales.
Adoradores: Artistas, bardos, sauriales.
Alineamiento de los clérigos: CN, CB, CM.
Dominios: Caos, Suerte (Como hechizo), Solar (Como renovación).
Arma predilecta: “Espada de las Canciones” (espada bastarda).
Colores eclesiásticos: Marrón y verde.
Hallador Puadeldraco (Conocido en inglés como "Finders Wyvernspur") es tanto una deidad de la reinvención como el ejemplo más comúnmente citado de orgullo desmedido. El Temperamento de Hallador varía lentamente, pasando del de un hombre vano y egoísta al de una deidad dedicada a las acciones responsables y las buenas obras. Trabaja no sólo para extender sus canciones entre los bardos de Faerûn, sino también para alentar a todos los artistas y hacer que crezcan cambiando, transformando y recreando el medio, un cambio radical de su vieja naturaleza fija y predecible.
HISTORIA/RELACIONES
Miembro fundador de los Arpistas, Hallador fue posteriormente juzgado por haber traicionado sus ideales cuando su desmedido orgullo tuvo como resultado la muerte de un aprendiz y el suicidio de otro. Después de un largo periodo de destierro fue liberado por un aventurero y posteriormente se convirtió en semidios al final de la era de los Trastornos, al matar a Moander y apoderarse de su chispa divina. Al hacerlo, liberó a los sauriales del valle Perdido, un acto que le ganó su adoración. Como dios nuevo, Hallador todavía está buscando su lugar, aunque ha forjado sólidas relaciones con Tymora y Selûne. Con el tiempo le gustaría aliarse con todos los dioses que tuvieron un papel en la fundación de los Arpistas. Muchas deidades y sus adoradores trabajan contra Hallador. Los cultistas que buscan el renacimiento de Moander, incluyendo cultistas elfos que están apoyados en secreto por Lolth, se oponen a él. Las deidades reptilianas como Sebek, Set y Tiamat atacan a Hallador desde que sirve como patrón de los sauriales. Deidades como Talona y Yurtrus desean usurpar el ámbito original de Moander (podredumbre), e incluso Gargauth quiere robar la podredumbre como una forma de corrupción.
DOGMA
El arte que es forzado a permanecer inmutable es un signo de estancamiento y podredumbre espiritual. Para prosperar la gente debe estar dispuesta a cambiar y transformar su arte para que puedan ser renovados por él. El arte tiene el poder para influenciar a la gente y la política. Aunque este no debe ser su único uso, si el arte puede ser utilizado para mantener a la gente libre e independiente de la tiranía social o política lo más correcto es usarlo para ello. Todo arte es agradable a Hallador. La expresión artística debe ser alentada en todos: niños y adultos, aficionados y profesionales, Mientras que aquellas personas que han aprendido y dominado las disciplinas de la expresión deben ser admiradas mucho más, reconoce también la importancia de los talentos naturales.
CLERO Y TEMPLOS
La iglesia de Hallador es realmente pequeña, consistiendo principalmente en jóvenes bardos esforzados y artistas que buscan obtener fama. Su existencia es vista en cierto modo como una amenaza por los cleros de Oghma, Milil y Lathander, a pesar del apoyo general que se dan estas deidades entre sí. Entre los sauriales del valle Perdido (un valle oculto cerca de las Tierras de los valles) la iglesia de Hallador se ha establecido muy bien, ya que el dios es respetado o venerado por la mayoría de los miembros de la raza. Los clérigos de Hallador, los pocos que hay, pasan sus días recreando su propio arte y extendiendo el dogma de Hallador a lo largo de Faerûn. Muchos se ganan la vida enseñando música, una práctica enormemente alentada por el dios.
Los clérigos de Hallador rezan para sus conjuros al amanecer, cuando la noche renace en día. El único día sagrado de la iglesia es el 20 de Marpenot, el día que Hallador destruyó la manifestación física de Moander y tras ello la verdadera forma de la deidad en el Abismo. Los sauriales celebran este día como un día de emancipación, mientras que los humanos lo celebran como el día que Hallador se percató de que incluso su propia música podía mejorar con el cambio. En ambos casos, este día es observado con música, bailes, juegos y la presentación de creaciones de arte estático. Muchos clérigos se hacen multiclase como bardos.