El Señor del Alba
Deidad mayor
Símbolo: Amanecer hecho de gemas rosas, rojas y amarillas.
Plano natal: Casa de la naturaleza.
Alineamiento: Neutral Bueno.
Ámbito: Primavera, alba, nacimiento, renovación, creatividad, juventud, vitalidad, perfección personal, atletismo.
Adoradores: Aristócratas, artistas, atletas, mercaderes, monjes (el Alma solar), los jóvenes.
Alineamiento de los clérigos: NB, LB, CB
Dominios: Bien, Fuerza, Protección, Solar.
Arma predilecta: “Emisaria del Alba” (Maza ligera o pesada)
Colores eclesiásticos: Rosa, amarillo, rojo.
Cada vez que los humanos se embarcan en un nuevo viaje, firman un contrato o comienzan una relación política o romántica, hay muchas posibilidades de que susurren una plegaria a Lathander, dios del alba, la renovación y la vitalidad. Aunque es uno de los más viejos del panteón faerûnio el señor del Alba conserva todo el optimismo alegre de la juventud; lo que le convierte en el símbolo perfecto de los comienzos. Siempre deseoso de pasar por alto las derrotas de hoy para centrarse en las victorias de mañana, Lathander predica una doctrina de buenas obras activas y reevaluación constante de las tradiciones y moral de la sociedad. También apremia en la destrucción de los muertos vivientes, a los que ve como una vil corrupción que se burla de la creación y la verdadera vida.
Los críticos sugieren que el agresivo altruismo de Lathander a veces interfiere con su sentido común. Su vanidad y entusiasmo hacen que no tenga en cuenta las consecuencias de sus acciones. Simplemente espera lo mejor y ataca el problema de frente, sin importar las ramificaciones. Nunca se evidenció tanto este carácter como durante el cataclismo del alba, uña catástrofe sólo superada por la era de los Trastornos, en la que Lathander trató de reformar todo el panteón a su propia imagen y por ello desencadenó un enfrentamiento divino de enormes proporciones. Su fracaso final tuvo como consecuencia la destrucción de varias deidades y poderosos ajenos, condujo al colapso a media docena de teocracias y presagió la caída de Myth Drannor.
A pesar de los fallos del pasado distante, la fe de Lathander sigue siendo extremadamente popular y poderosa hoy en día, especialmente entre los jóvenes nobles e idealistas (aunque raramente entre sus padres). Estos proclaman haber recibido un encargo personal del Señor del alba para velar por los asuntos de sus inferiores, como si el accidente fortuito de su nacimiento noble les otorgase un permiso para servir como representantes mortales de Lathander. Para muchos jóvenes aristócratas, una incursión en el Iathanderismo representa un último acto de rebelión antes de aceptar las responsabilidades de la nobleza. No obstante, aquellos de corazón sincero permanecen en la iglesia' y a veces terminan realizando un profundo cambio en su comunidad. Los plebeyos aprecian estas atenciones, por lo que el Señor del alba es popular en codas las clases sociales.
Los clérigos de Lathander rezan al amanecer. La mayoría de los Servicios sagrados tienen lugar justo cuando la luz del sol asoma en el horizonte, con reuniones secundarias al mediodía y a la puesta del sol. Las ceremonias son alegres pero dignas, e incluyen canciones, ofrendas y bebidas rituales de agua de pozo tocada por la luz del amanecer. En la mañana de Estival y en las mañanas de los equinoccios de primavera y otoño, los clérigos de Lathander realizan una ceremonia llamada "Canción del alba", una ceremonia musical popular y compleja que' atrae incluso a los no creyentes a las catedrales del Señor del alba. Sus clérigos legales a veces se hacen multiclase como paladines.
HISTORIA/RELACIONES
El comportamiento amistoso de Lathander le hace casi tan popular entre las otras deidades como entre los mortales de Toril. No obstante, las deidades suelen tener memorias mucho más largas que sus seguidores. Estas pueden apreciar las llamadas a la acción de Lathander y sus sermones altruistas, pero intentan evitar que cause demasiado daño al status quo. Se lleva bien con otras deidades idealistas como Eldath y Liira, y con aquellas, como Lurue y Siamorphe, que prefieren centrarse en los placeres y las cosas buenas de la vida. El gobierno del señor del Alba sobre la creatividad le pone en un contacto amistoso con Oghma, Millil y Gond, y su odio incesante contra los muertos vivientes le ha hecho rápidamente aliado de Kelemvor. Chauntea parece apreciar su exuberancia más que cualquier otro miembro del panteón Faerûnio, quizás porque ilumina su ancestral alma. Ella y Lathander creen que sus destinos están entrelazados y aunque su romance se ha encendido y apagado intermitentemente a lo largo de los siglos, siempre parecen volver el uno al otro.
Lathander, de una manera un poco ingenua, sostiene que las deidades mal varias como Bane, Cyric, Loviatar y Talos son responsables personalmente de la mayoría de los males de Toril. No le gusta Shar, a la que ve como una fuerza eternamente corruptora. Es el cáncer repulsivo en el corazón de cada intriga oscura contra él y su iglesia. Lathander cree que el cataclismo del Alba ocurrió porque espías de la Señora de la pérdida corrompieron secretamente sus esfuerzos, y está trazando planes para asegurarse de que eso no ocurra de nuevo.
Helm alberga sentimientos negativos hacia el señor del Alba que vienen desde el cataclismo del Alba, cuando Lathander indirectamente causó la destrucción de la amante de Yelmo, Murdane, una deidad menor de la razón y el pragmatismo. No hay duda de que el Vigilante se sentiría apesadumbrado si supiera que Lathander ha estado trabajando desde la era de los Trastornos en algunos de las conjuros y maquinaciones que produjeron el catastrófico Cataclismo hace largo tiempo. Oghma, Chauntea y Lliira conocen los planes de Lathander, pero hasta el momento todos han permanecido en silencio. Con el retorno de Bane, muchas deidades van creyendo progresivamente que deben emprenderse acciones directas para destruir el mal de una vez para siempre. Piensan que quedarse quietos y mirar sin hacer nada puede ser más peligroso que las posibles consecuencias del plan de Lathander.
DOGMA
Esfuérzate siempre en ayudar, en alentar nuevas esperanzas, nuevas ideas y nueva prosperidad para toda la humanidad y sus aliados. Es una obligación sagrada promover el nuevo desarrollo, cuidar de las cosas que crecen y trabajar para el renacer y la renovación. Perfecciónate y sé fértil de mente y cuerpo. Donde quiera que vayas planta en las mentes de todos semillas de esperanza, nuevas ideas y planes para un futuro prometedor. Observa cada amanecer. Considera las consecuencias de tus acciones para que el menos de tus esfuerzos pueda lograr la mayor y mejor de las recompensas. Evita la negatividad, pues de la muerte viene la vida, y siempre habrá un nuevo día en el que podrás convertir un fracaso en un éxito. Concede mayor importancia a las actividades que ayudan a los demás, que a la estricta adhesión a las reglas, rituales y dictados de tus mayores.
CLEROS Y TEMPLOS
Los clérigos de Lathander tienden a ser utópicos llenos de vida: "gente de la mañana"; en todo el sentido de la frase. Alientan el progreso social, cultural y político como agentes de la libertad personal, la expresión artística y la, armonía racial. Los clérigos de Lathander auspician competiciones atléticas y artísticas para exhibir los talentos de la comunidad y, a veces, financian la recuperación de tesoros perdidos o símbolos importantes para dar esperanza a la gente y así alentar más buenas obras. Los principios del lathanderismo impulsan el respeto hacia los compañeros y hacia el mundo natural, así como la intolerancia con el mal y con aquellas que ayudan involuntariamente al mal mediante la inacción perezosa. Los seguidores militantes están en la vanguardia de estos esfuerzos para limpiar las tierras civilizadas de bestias dañinas, o para purgar la corrupción de los muertos vivientes del mundo. Los miembros poderosos de la iglesia protegen a sus comunidades de intereses extraplanarios malignos, actuando como exorcistas y destructores de infernales.
La iglesia no reconoce una autoridad central; el jefe de cada templo recibe un respeto similar por los seguidores de todas partes. Los clérigos se refieren a sí mismos como los Portadores del alba. Las ostentosas catedrales de Lathander, con sus abundantes estatuas y chillonas ventanas con vidrieras emplomadas, reflejan la gran riqueza de la orden. Todos los templos incluyen un salón de oficios orientado al este, lo que permite a la congregación contemplar los primeros rayos del sol naciente. En las ciudades muy pobladas o amuralladas los templa son construidos a gran altura, realizándose las ceremonias en el tercer o incluso el cuarto piso de la estructura. Cuando este tipo de construcciones son imposibles, una compleja serie de espejos refleja los rayo del sol. La arquitectura lathanderina está dominada por elaboradas fuentes, que a veces vierten en fosos poco profundos de agua bendita que corre a lo largo del complejo del templo.
En el último año los sirvientes más amados de Lathander han recibido información de su dios sobre su plan secreto. Los Portadores del alba se refieren a este misterioso acontecimiento corno la Liberación, que tendrá importantes consecuencias en el mundo especialmente para aquellos diametralmente opuestos a los seguidores de Lathander. Ningún mortal conoce los detalles de la Liberación pera la perspectiva del señor del Alba adoptando un papel más activo en los sucesos de Toril llena de una alegría irrefrenable a sus ya de por sí excitables adoradores. Estos, por su parte, han iniciado una agresiva campaña de proselitismo para alentar a otros a unirse a su iglesia antes de que sea demasiado tarde.
Ordenes Afiliadas: Estas son las órdenes más conocidas en Faerûn que están afiliadas al clero del Señor del Alba. Un monje o paladín no está obligado a haber pertenecido a estas, pero puede haberlo hecho en su trasfondo.
Orden del Alma Solar (Monjes, AL LB o LN) La lealtad de esta extendida pero desorganizada orden varía de un grupo a otro, siguiendo algunos a Lathander, otros a Selûne y siendo unos cuantos devotos de Sune. Así como la vieja orden, el alma solar es el grupo con más posibilidades de tener monasterios ocultos en áreas remotas despobladas.Orden del Aster (Paladines, AL LB) Los paladines del señor del alba se encuentran entre los héroes más queridos de Faerûn. Están organizados informalmente (junto a otros guerreros devotos de ese dios) en una orden sagrada llamada Orden del Aster. Dentro de su propia jerarquía, los paladines suelen ser menos transgresores y estar más preocupados por el modo en que deberían hacerse las cosas que los propios clérigos, que a menudo son de alineamiento NB en vez de LB.